La polla de mi niño

Rafa decide chuparle la polla a su hijo Julio para despertarlo.

  • Score 8.2 (1 votes)
  • 110 Readers
  • 1185 Words
  • 5 Min Read

MAMADA DESPERTADOR.

-Papá, ¿qué coño haces? ¿Me estás chupando la polla?

-Hmm –fue lo único que fui capaz de decirle y seguí chupándole la polla. Allí estaba yo, más o menos a las 7 y media, en la habitación de Julio, mi único hijo, que vivía solo conmigo pues su madre murió al dar a luz. Con 25 años estaba a punto de acabar sus estudios de ornitología y hoy tenía el examen más importante de su carrera y aunque parezca mentira allí estaba yo, chupándole la polla para despertarlo. Yo soy Rafa Huertas, 48 años, y me gano la vida vendiendo ropa en una boutique como dependiente.

-Papa, ¿has chupado pollas más veces? –Julio me preguntó.

-Nunca, Julio, es la primera vez, pero qué bonita polla tienes y qué sabrosa. Sólo espero que no tengas un trauma ahora por lo que está haciendo papá.

-Ningún trauma, papá, y joder, qué bien lo haces.

-A ver –decidí parar entonces aunque realmente estaba disfrutando de la polla de mi niño y quería seguir con la mamada. Pero era mejor parar y darle una explicación de por qué de repente su padre le estaba chupando la polla-, creo que mejor te doy primero una explicación.

-Dime, papá. Pero antes déjame decirte que te quiero mucho, y joder qué padre tan valiente tengo. Ningún trauma pero me voy a pasar el día empalmado y cachondo.

-Empálmate todo lo que quieras después del examen pero piensa en él primero. Después y como sé que terminas los exámenes de febrero, piensa en tu polla todo lo que quieras. A ver te explico. Mejor que un despertador tú has preferido siempre que te despierte tu padre. Y hoy también entré en tu cuarto para despertarte. Anoche llegaste tarde a casa y dios santo, que sueño tan profundo tenías hoy. Primero intenté zarandearte, pero no tuvo efecto. Pero el examen de hoy es fundamental y yo tenía que despertarte así que te di un par de bofetadas.

-Sí, papá, me lo noto, mis mejillas están ardiendo.

-Menos mal que sabía que estabas bien porque te oía respirar. Pero no te despertabas. Así que decidí tomar medidas más drásticas y darte un puñetazo en el pecho.

-Sí, papá, me noto también que me duele el pecho.

-Pero ni por esas. Nunca he visto a nadie con un sueño más profundo.

-Anoche estuve de fiesta con los amigos. No me emborraché, papá, pero llegué tarde y me costó coger el sueño.

-Bueno, Julio, yo tenía que despertarte precisamente hoy. Si quieres ser un buen ornitólogo, hoy tienes que hacer ese examen y tenías que estar despierto, así que no me quedó más remedio que pensar: le voy a dar un puñetazo en los huevos. Lo siento, pero seguro que así se despierta.

-Pero no me duelen los huevos, papá.

-No, porque no llegué a darte en los huevos. Pero con esa intención bajé las sábanas y mira, tenías la polla visible por fuera de ese bañador que llevas ahora. Y entonces pensé, pobrecito mi niño, está completamente empalmado. Igual está teniendo un sueño húmedo y ahora papaíto lo tiene que despertar, ¡qué ternura! Y entonces supongo que se me cruzaron los cables y aunque nunca lo he hecho pensé: “si le chupo la polla, a lo mejor se despierta”, y entonces empecé y joder qué sorpresa. Nunca me habría podido imaginar que un día ver una polla me pondría cachondo y mucho menos que me gustara el sabor. Pero tu polla es sexy, larga, gorda y qué rica está. Y por fin lo conseguí; te despertaste.

-Joder, papá, como me estás poniendo. Estoy empalmadísimo.

-Sí, puedo ver lo dura que tienes la polla ahora.

-¿Trauma? Nunca voy a olvidar lo que estaba haciendo mi padre para despertarme.

-A ver, Julio, ahora te pregunto, ¿te gustaría que papá te chupara la polla hasta que te corras? Aún hay tiempo.

-Joder, papá, si tú de verdad me quieres chupar la polla, yo no te voy a decir que no. A partir de hoy tu niño, como tú me llamas, te va a querer más. Haz lo que quieras si es placentero para ti.

Y entonces no dudé un segundo más y me fui directo a su polla dura y volví a metérmela en la  boca.

-¡Qué bueno eres, papá! No estoy acostumbrado a que me la chupen. A Vicky no le gustaba mucho. Quizá mi polla no tenga buen sabor.

-No digas tonterías. Tu polla está riquísima. Y si Vicky no te la chupaba –Vicky había sido su primera novia, pero un día Julio la sorprendió poniéndole los cuernos y rompieron-, aquí esta papá para darte ese gustito.

-Gracias, papá. Pero tan desacostumbrado estoy a ser mamado que siento que me voy a correr pronto.

-Córrete cuando quieras, y no te preocupes. Si tú me dejas papá te puede enseñar a no ser un eyaculador precoz.

-¡Me corro¡¡¡ -le oí gritar entonces. Y por primera vez en mi vida un chorro de semen caliente cayó en mi boca, el semen de mi hijo Julio. Y vaya gustazo el sabor.

-Siento haber sido tan rápido.

-No te preocupes; no estás acostumbrado a que te hagan mamadas.

-Gracias, papá. No voy a olvidarlo. Qué placer saber lo que mi padre ha estado dispuesto a hacer para despertarme. Pero quiero saber: ¿Tú has disfrutado también?

-Sólo te puedo decir que esta experiencia la tengo que repetir. Nunca me excitó una polla y ahora creo que me he enganchado a esa polla tan bonita que tienes, tan sexy, tan grande, tan sabrosa.

-Me voy a dar una ducha rápida, papá.

-Yo te espero en la cocina, y el desayuno estará listo, Tranquilo con la ducha, aún hay tiempo de sobra para que desayunes tranquilo y para que llegues a la facultad a hacer el examen. –Su facultad estaba a sólo 500 metros.

-Si tengo tiempo, igual me hago una paja en la ducha, papá, lo siento, es que me has puesto cachondísimo hoy.

-La polla de mi niño tiene que disfrutar. Me alegro de verte cachondo y no traumatizado. Joder, Julio, cualquier hijo estaría ahora cabreado con su padre.

-Yo no –y entonces se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla-. Te quiero más que nunca, papá, gracias. Me voy a la ducha.

Y entonces se fue al cuarto de baño. Yo me fui a la cocina a hacerle el desayuno y me di cuenta de que yo también estaba empalmado. No me había corrido mientras se la chupaba. Sabía que hoy, al regresar del trabajo, me iba a hacer más de una paja pensando en la polla de mi niño.

Julio no tardó ni cinco minutos. Lo vi entrando en la cocina empalmado y sin ruborizarse me dijo “espero que no te importe. Me he hecho una paja en la ducha pero sigo cachondo y hoy después del examen, me voy a pasar el día caliente y haciéndome pajas.” Le sonreí y le dije que tras el examen disfrutara de su polla todo lo que quisiera. Se sentó conmigo a desayunar. Ahora teníamos que hablar.


To get in touch with the author, send them an email.


Report
What did you think of this story?
Share Story

In This Story